Tras varias semanas de igcognitas ayer se desvelaba el proyecto Wave -Garden, una importante e innovadora iniciativa que reproduce una ola sin necesidad de estar en un mar u océano.
Sin olvidar que la esencia del surf siempre estará en el medio natural líquido, estamos siendo testigos desde hace unos años de algunas de las mayores revoluciones técnicas, científicas y deportivas que se habían visto.
Este proyecto me recuerda mucho a aquel del que se habló el pasado mes de noviembre,
Kelly Slater Wave Company (KSWC), en la que el diez veces campeón del mundo, Kelly Slater, se había implicado para crear un nuevo modelo de ola artificial y de la que hasta ahora sabemos muy poco. Tal vez en su presentación de este año conozcamos si logra darle una vuelta de tuerca a lo que hoy conocemos pero lo que es cierto es que Wave Garden supone un revolucionario instrumento para la practica del surf, no importando ni el donde ni cuando para poder surfear por su posibilidad de instalación en cualquier sitio.
Hasta ahora conocíamos las olas estáticas de Wave House, la cual estrenará este año su quinta ubicación mundial en Zaragoza (otras sedes son San Diego, Santiago de Chile, Japón y Sudáfrica) , y el Siam Park de Tenerife, siendo tal vez esta última la que más se asemeje a la Wave Garden debido a que es una ola en movimiento en un recinto cerrado. Sin embargo y diferencia del resto lo que la hace más interesante es que Wave Garden ofrece además de poder adaptar la ola a cualquier nivel, la posibilidad de instalarlo allí donde se quiera con un menor coste, con un servicio de planificación, diseño, implementación, mantenimiento del mismo y una repercusión ecológica mínima.
Hace unos meses comentaba con G. , amigo y miembro de una consultora internacional, el importante reto y valor añadido que suponían este tipo proyectos no solo para la industria del surf o el deporte en general sino para el turismo y el desarrollo local y económico. Incluso las olas artificiales pueden jugar un importante papel para la inclusión del surf como deporte olímpico en 2020, tal y como Fernando Aguerre, Presidente de la ISA,
ha destacado en varias ocasiones.
Tal esta vez esta revolución puede compararse a la creación de pistas de esquí con nieve artificial que con el paso de los años se han ido extendiendo por todo el mundo, como la de
Madrid Snow Zone en el centro comercial Xanadú o el de
Sky Dubai en pleno Emirato y que se ha convertido en la pista de esquí indoor más grande del mundo, pero si hay un hecho del que podemos estar orgullosos es de que las mayores revoluciones mundiales en cuanto a olas artificiales se estén produciendo en España, por la construcción de la
piscina de olas de Siam Park, la apertura el próximo otoño de la
Wave House de Zaragoza y el estreno de
Wave Garden en el País Vasco, siendo esta última un proyecto 100% creación española.
Si a todo esto le sumamos que el mercado de deportes de deslizamiento supone a nivel mundial 7.4 billones de euros y en Europa 1.7 billones, que el surf mueve tan solo en Europa a más de 1 millon de surfistas (al menos 200 mil son españoles) y las previsiones del crecimiento del mercado para los próximos años (datos de
EuroSIMA), hacen de esta apuesta algo bastante atractivo. Y lo mejor es que todo esto tan solo acaba de empezar.
B. me enviaba hoy otro interesante
proyecto que se está presentando en Nueva Zelanda llamado Wave Box y que permite, según sus creadores, surfear una ola interminable. Habrá que seguir atentos a como se desarrollan los acontecimientos.