La última consecuencia de la guerra que desde hace unos meses enfrenta a LG y a Sony la hemos conocido hoy, el Tribunal Civil de la Haya ha reconocido los argumentos presentados por LG contra Sony por una supuesta infracción en patentes relacionadas con el Blu-ray, decretandose una orden judicial cautelar que prohibe la distribución de consolas Playstation 3 en Europa durante los próximos 10 días.
Las acusaciones de LG afectan a cuatro patentes desarrolladas en el sistema Blu-ray de las consolas de Sony, más específicamente por resultar un “sistema de reproducción de datos almacenados en un dispositivo de sólo lectura” registrado previamente por LG. La compañía coreana ha presentado la misma acusación en varias instituciones, incluido el organismo americano de la "International Trade Commission" pero la primera en atender a las acusaciones y tomar medidas a sido una instancia europea.
La resolución aun no es definitiva por lo que la compañía nipona podría presentar un recurso ante la Oficina de Patentes de la UE. Sin embargo, LG también podría apelar al mismo organismo para extender el intervalo de la prohibición más de 10 días. Se preve que Sony importa unas 100.000 máquinas semanales a mayoristas, situación que en caso de alargarse en exceso costaría muy caro a Sony.
Hay que remontarse hasta el pasado mes de diciembre cuando Sony comenzo esta "guerra" abierta entre ambas tecnológicas, al demandar a LG por la infracción de siete de sus patentes de telefonía móvil, lo que tuvo como respuesta que la compañia coreana reclamase de otras cuatro, las cuales además de las consolas Playstation 3 utilizaban los televisores de la marca Bravia.
No es muy raro observar en el sector tecnológico la vulneración de las patentes, esto es debido a suele resultar más barato pagar las multas o el coste derivado de un proceso judicial (consecuencias que suelen retrasarse varios años) que negociar con la empresa que patentó la tecnología y alcanzar un acuerdo.
LG podría optar por exigir la destrucción de las consolas incautadas, lo que se estima que es poco probable, o solicitar una indemnización, en tal caso Sony se vería obligada a abonar una suma de dinero por cada consola vendida, lo sin duda supondría un coste muy elevado para la compañía nipona.
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