Siento tener que volver una vez más a usarlo, pero el tópico "Spain is diferent " vuelve a reafirmarse.
España cada vez se diferencia más resto, en este caso con el periodismo. Uno se puede dar cuenta facilmente al ver otros canales franceses, alemanes o ingleses. Al menos ellos, no llegan a caer tan bajo como podemos hacerlo aquí.
El último ejemplo, el show del Gran Wyoming, que con tal de ganar audiencia es capaz de hacer montajes tratando de desprestigiar a otras cadenas, y llegando a fingir escenas depóticas y prepotentes que sin duda dejan muy mal su credibilidad y su forma de ser.
No me imagino lo que pasaría si alguien finjiense también la realización de un delito y una vez que se le preguntase por su realización, este saltase diciendo "¡era todo una broma, os he engañado!.
No es que la sexta no tenga buenos programas, pero cuando cae tan bajo con situaciones como estas para tratar de hacer humor, más bien produce todo lo contrario y deja en muy mal lugar la consideración de la cadena.
Se está llegando al "todo vale". Al final va tener más sentido concursar en un reality show o salir en "Hombres, mujeres y viceversa" que estudiar cinco años de periodismo para obtener un sitio en televisión. Al menos esa es la impresión que se da.
El humor cada vez es bajo y ya no parece que el humor inteligente sea el mejor recurso.
Y que decir de esas interminables películas que empiezan a las diez y que terminan, si me apuras, a la una de la madrugada. Eso en nuestra vecina Francia es impensable, de hecho Sarkozy hace poco prohibió la publicidad en las televisiones públicas.
También en España pasamos de las recomendaciones de la UE, de que los canales públicos deben abstenerse de realizar concursos televisivos, basados en llamar o mandar mensajes para ganar dinero. A la memoria me viene la tabarra que da TVE en los partidos de la selección con la posibilidad de ganar 10.000 € mandando un mensaje, o los 30.000 € que prometían las pasadas navidades.
Es cierto que la responsabilidad de todo esto la tiene la gente que les da audiencia, ya que en ellas se basa la existencia de los programas de televisión, pero ya va siendo hora de que los directivos de los canales se den cuenta de que debe primar la calidad de los espacios televisivos, sin embargo no hay muestra aparente de que esto vaya a cambiar. Esperemos que la inclusión de nuevos canales haga posible otra televisión de, al menos, un pocos más de seriedad y rigor periodístico.
La periodista y escritora Barbara Probst deciá que cuando viaja por Europa pasa bastante tiempo en la habitación del hotel, repasando la cultura local a través de los programas de televisión, no me gustaría saber lo que pensaría de la nuestra si tubiese que basarse en lo que ve en nuestra programación.
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