En los últimos días se ha venido hablando del denominado "Pacto del €uro", un conjunto de compromisos aprobados por el Eurogrupo que quiere dar una respuesta a la presente crisis y al endeudamiento, basando en 4 principios...

- Impulso de la competitividad
- Impulso del empleo
- Contribución a la sostenibilidad de las finanzas públicas
- Refuerzo de la estabilidad financiera.

Los cuales, en caso de España se traducen en otros 8 compromisos...

1. Negociación colectiva.
2. Servicios profesionales.
3. Creación de la Comisión Asesora de Competitividad.
4. Ley concursal.
5. Impulso a la formación.
6. Plan de afloramiento de empleo irregular.
7. Estabilidad Presupuestaria (incorporación de una regla de gasto que refuerce la estabilidad presupuestaria).
8. Requisitos reforzados de capitalización del sistema financiero.

A todo esto advertimos una paradoja, el acuerdo sólo presta atención especialmente a la contención salarial y de la deuda, ignorando que esta crisis es en gran parte financiera y causada en por el sector bancario, sin atribuirse ninguna obligación o responsabilidad a las entidades financieras.

Otro objetivo del que se habla para superar la crisis es la mejora de los sistemas educativos y fomento del sector I+D+i, pero una vez más nos quedamos cortos y no se expresó un determinado camino para su consecución.

En general una colección de deberes dictados por Alemania (esa terrible institutriz prusiana de los europeos en la que se ha convertido) y suavizados por Francia para mejorar la competitividad y homogeneizar políticas económicas que lejos de buscar medidas algo más valientes e equitativas para los responsables de la crisis, centra su peso en las clases medias europeas. Todo ello, en un contexto en el que Alemania ha pasado de ser aquella dispuesta a hacer Europa a cualquier precio, a una Alemania más segura de sí misma y que defiende sus propios intereses, estando dispuesta a denunciar el creciente endeudamiento de los Estados de la Eurozona, defender la moneda única europea y resaltar que no se están siguiendo una correcta política común en materia económica y fiscal .

Sudor y lágrimas nos costará salir de esta crisis, porque  saldremos de esta no os quepa duda (por su puesto a unos más que otros), lo que aun no se nos ha asegurado es que en un futuro no volvamos a tropezar con la misma piedra, en  lo que el hombre siempre ha sido un gran experto.